Así "como por azar" me ha llegado al correo un artículo de opinión publicado en
EL PAÍS. Os dejo el enlace a ver qué os parece y así podeis comparar lo que cuento.
Ya sé que es una opinión, que en eso no se siguen unas reglas más o menos establescidas a la hora de redactar pero el comentario me parece harto complicado de seguir, vamos, que porque me ha picado mucho la curiosidad porque si lo empiezo a leer en el periódico-papel, antes de llegar a la mitad lo dejo.
La historia que elegida (el caso Dreyfus) para contar lo que quiere está bastante bien, de ahí la curiosidad por llegar al final. Lo que quiere expresar en sí no me ha quedado demasiado claro. Habla de la libertad de expresión, del derecho a la presunción de inocencia (aunque no lo diga así exactamente), de los prejuicios hacia lo diferente (en este caso a la raza judía), del holocausto (y la pretendida negación por alguien) y de la capacidad de cambiar la historia a pesar de los intentos de engaño de algunos. A mi parecer, son demasiadas ideas muy importantes para sintetizar y lograr enviar un mensaje a través de ellas. Tampoco el estilo de contarlo me ha parecido acertado. Y no me gusta que me digan una frase de este tipo
"Uno debería preguntarse ante cada momento histórico: ¿de qué lado hubiera estado yo? Esto ya es muy personal, claro, pero suena presuntuoso hacerse esa pregunta después de conocer la historia porque uno va a estar en el lado correcto SIEMPRE, y así, difícilmente ve uno sus defectos.
¿Qué conclusiones saco? Varias:
- Yo no perdería tiempo tratando de explicar qué pretenden quienes niegan la existencia del Holocausto, no me preocupan porque me parece tan improbable... Sí me preocupan quienes aquí mismo cambian la historia a través de los libros (sólo porque los hacen allí) y me obligan a aprender cosas sobre la CORONA CATALANO-ARAGONESA, pero claro, eso es políticamente incorrecto y menos "cool" sobre lo que opinar.
-Prejuicios a los judíos y al judaísmo... esto sí que es antiguo... Bueno, si somos capaces de olvidar que en su "tierra prometida" pasa algo
raro raro pero que como ahora son amigos de los USA pues tampoco pasa nada, o sí!!
- Nadie duda ya hoy en día del privilegio que supone gozar de libertad de expresión pese a que en ocasiones no se utilice correctamente y excusándose en ello se lesionen otros derechos. Creo que sigue mereciendo la pena. QUizá sólo sea precisa una mejor educación para saber hacer un uso correcto de él (empecemos por los periodistas!).
-Lo de la presunción de inocencia me toca más de cerca. Yo soy una defensora a ultranza de este derecho y he llegado a convertirme en una escéptica en muchas cosas.
He de confesar que gracias al artículo de opinión he podido comprobar que el mundo no ha cambiado mucho de cien años a esta parte. Ejemplos: la condena a Dolores Vázquez, para todos culpable, ahora inocente (menciono este por ser el más obvio, hay alguno más); el 11-M, atentado en Madrid, pistas sobre los terroristas y un partido político "no lo desvela" solamente para ganar las elecciones 3 días después; Bush invade un país con algunos
colegas porque
tienen armas de destrucción masiva (o petróleo) o para devolver la democracia...Tengo sugerencias, podían acercarse ahora al Chad o a Kenia...casi mejor que no, su estilo no logra los objetivos, creo.
Eso sí, los que estamos por aquí no somos tontos, solamente nos dejamos llevar un poco y observamos y reaccionamos. Entonces fueron 300.000 los lectores del periódico, el 13-M fuimos más los que conocimos a través de internet lo que pasaba y actuamos.
¿Hay un límite? Vencible si existe LA COMUNICACIÓN y personas que buscan la verdad, y no dudo de que siempre haya de lo uno y de lo otro.